15 mayo 2006

La Fibromialgia

Fibromialgia: ignorar el mito o afrontar la realidad


Un documento elaborado por expertos en reumatología y en el manejo del dolor marca las nuevas pautas para enfrentarse a la fibromialgia, una enfermedad que afecta en algún momento de la vida a más del 10% de la población.
El problema de este síndrome doloroso es que no es posible encontrar ninguna estructura (músculo, tendón, hueso o articulación) que se vea afectada por inflamación u otro proceso patológico: todo está aparentemente sano menos el paciente. De ahí que todavía hoy exista más de un médico que duda de la existencia real de la fibromialgia (FM).
Aún se sigue relacionando este problema con otros trastornos de origen oscuro siempre asociados a alteraciones del estado de ánimo. Parece que problemas como el síndrome de fatiga crónica o el colon irritable formarían parte de este conjunto de enfermedades en las que factores psicológicos y neuronales se combinan para producir síntomas más que alteraciones estructurales.
Y sin embargo, basta leer algo de la literatura más reciente para saber que la FM está perfectamente definida. El diagnóstico se basa en la existencia de dolor generalizado, bilateral y que afecta a extremidades superiores, inferiores y columna vertebral. Pueden además identificarse en estos pacientes entre 11 y 18 puntos tendinosos o musculares cuya presión produce un exquisito dolor.
Sin un 'culpable', tampoco hay una única solución
Se ha venido diciendo que la FM no tiene tratamiento. Sin embargo, la conclusión de este documento de consenso elaborado por expertos (que hoy publica la revista 'JAMA') es que la mejor forma de manejar la FM es mediante un enfoque multidisciplinar. Para valorar las diferentes modalidades terapéuticas se analizaron los cambios en la intensidad del dolor, la capacidad funcional del paciente y las mejoras en su situación psicológica.
Las distintas estrategias terapéuticas que se plantean son:
Explicación del diagnóstico y educación del paciente: diferentes estudios han demostrado la utilidad de este tipo de intervención. Conocer las características de la FM, su dificultad de tratamiento y su evolución es algo que puede ayudar claramente a los pacientes a la hora de convivir con sus síntomas.
Fármacos: se han empleado en general sustancias activas en el sistema nervioso central como los antidepresivos tricíclicos, los anticonvulsivantes o antiepilépticos y los relajantes musculares. Ninguno de ellos está aprobado para esta indicación en EEUU. Sin embargo, diferentes trabajos han demostrado la eficacia de estas sustancias para mejorar la sintomatología dolorosa de la FM.
En general, la combinación de dos fármacos suele ser superior al empleo de uno solo. A los anteriormente citados se han añadido los analgésicos habituales como el tramadol, los sedantes y algunas hormonas (esteroides y hormona del crecimiento).
Suplementos: no existen datos que apoyen el empleo de preparados de herbolario ni modificaciones en la dieta a base de vitaminas y otros compuestos.
Terapia no farmacológica: el ejercicio, sobre todo el de tipo cardiovascular, ha demostrado con claridad ser altamente beneficioso para los pacientes con FM. También el deporte aeróbico, la potenciación muscular o el ejercicio en piscinas han conseguido mejorar la sintomatología fibromiálgica. Asimismo, se han intentado otro tipo de estrategias como lo acupuntura o las infiltraciones con anestésicos locales, si bien no existen estudios controlados que recomienden su empleo.
Terapia psicológica: la mayoría de trabajos ha confirmado la capacidad de la terapia cognitiva (modificación del comportamiento) para mejorar el dolor, la fatiga, el estado de ánimo y la capacidad funcional de los pacientes con FM.
Puede concluirse, por tanto, que la mejor opción para un paciente con fibromialgia consiste en la combinación de las distintas terapias que han demostrado cierta eficacia en el control de los síntomas de esta enfermedad. Es algo que suele ocurrir en procesos patológicos cuya causa no es conocida.
El tratamiento de la fibromialgia paso a paso
En definitiva, se trata de realizar un tratamiento escalonado que puede sintetizarse en el siguiente esquema:
PRIMER ESCALÓN
Confirmar el diagnóstico
Explicar la enfermedad al paciente
Tratar los procesos asociados y las alteraciones del estado de ánimo y del sueño
SEGUNDO ESCALÓN
Hacer una prueba con antidepresivos
Iniciar un programa de ejercicio cardiovascular
Iniciar un programa de terapia cognitiva
TERCER ESCALÓN
Remitir a especialistas en: reumatología, manejo del dolor, psiquiatra
Hacer pruebas con algún analgésico o antidepresivos modernos
Considerar iniciar combinaciones de medicamentos o fármacos antiepilépticos



Pero la realidad es que muchas de esas tecnicas son privadas y muchas de nosotras, no nos las podemos permitir y para cualquier especialista la lista de espera son minimo dos meses.
Ni existen medicos suficientes para hacer esos seguimientos.
Un año tras otro, oimos las mismas o parecidas intenciones

Joanna 15 mayo 2006

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